Los modelos de la marca de origen italiano se diferencian, entre otros aspectos, por su elegancia y personalidad
Moto Morini es, desde sus orígenes, sinónimo de calidad y de pasión por las dos ruedas. Dos componentes fundamentales de su ADN que están presentes en cada detalle de los diferentes modelos que forman parte de su catálogo. Y que también sirven como guía para los miembros de su equipo de diseño, que tiene siempre presente la esencia y la tradición de la marca, unidas a una visión moderna que queda reflejada en las elegantes líneas de motos como la X-Cape. Repasamos la historia de este mítico fabricante a través del trabajo de este importante departamento.
La potencia, la autonomía o la agilidad son algunos de los aspectos que todo motorista estudia y valora antes de adquirir una nueva moto. Y, junto a ellos, también tiene un espacio importante el diseño, que marca y define la personalidad y el carácter de cada montura, y que, además, también debe recoger y representar la esencia y los principales valores de la marca. Moto Morini, fabricante de origen italiano que comparte el amor por las dos ruedas y la aventura con sus usuarios, apuesta desde su nacimiento por un diseño elegante y que refleje lo anterior, así como la calidad como uno de sus principales baluartes.
Érase una vez…
Un equipo multidisciplinar. Cuando comenzó la andadura de Moto Morini, la marca no contaba con un equipo in-house de diseño propiamente dicho. Fueron sus ingenieros y sus técnicos los que ahondaron en este tema y estudiaron y crearon el diseño de sus primeros modelos, que ya estaban marcados por la elegancia característica de este fabricante.
Dante Lambertini y Gino Marchesini son dos de los nombres propios de la época, responsables del diseño de modelos icónicos de la marca, como son la 3 ½ y la Corsarino, dos motos deportivas en las que el rojo, un color que acompaña a Moto Morini a lo largo de su historia, era uno de los grandes protagonistas.
Más tarde, aterrizaron en el equipo nombres propios como Franco Lambertini y Luciano Negroni, que fueron los encargados de dar vida a las motos del fabricante antes de entrar en una nueva era.
Nuevos agentes, misma esencia
A partir del año 2000, Moto Morini decide comenzar a colaborar con estudios de diseño externos, manteniendo el carácter de la marca en todos los modelos, pero confiando en expertos que pudieran aportar una nueva y fresca visión. Así, el fabricante trabajó en esta época con estudios de elevado prestigio como Marabese Design, Rodolfo Frascoli y Angel Lussiana, que supervisaron el diseño de la Milano y de la X-Cape 650.
Aunque actualmente Moto Morini ha vuelto al modelo original, con un equipo de diseño propio, la experiencia con colaboradores externos fue notablemente positiva y fructífera. De hecho, se siguen manteniendo colaboraciones puntuales, como la llevada a cabo con Adrian Morton, del estudio CC Creative, que ha sido el encargado de dar forma a la Corsaro 750.
El día a día del equipo
Actualmente, el departamento de diseño de Moto Morini trabaja meticulosamente siguiendo un proceso creado para fomentar la eficacia, pero también la creatividad, fundamental en un ámbito como el diseño. Todo comienza con un brief que sirve al equipo de base sobre la que trabajar, teniendo claro qué es lo que se busca comunicar y transmitir con cada modelo. A partir de éste, el equipo se pone manos a la obra con unos primeros bocetos, en los que tratan de aplicar la información recibida, uniéndola a la esencia de la marca y a las tendencias del momento en el mercado y segmento a los que irá dirigida la moto.
Una vez descartados aquellos bocetos que no encajan, llega la primera fase clave en este proceso de diseño: el concepto. De la construcción de éste se desprende todo lo demás, por lo que se trata de uno de los momentos críticos. A partir de ahí, el equipo comienza a realizar diferentes modelados, para llegar a la definición de estilo, otra de las fases calientes dentro de este camino.
Con el estilo ya definido, se realiza el modelado inverso de superficies y, después de pasar por los ingenieros y contar con el visto bueno del resto del equipo, pasa a diseñarse el prototipo final. Un proceso complejo, en el que el cuidado de cada detalle es imprescindible para llegar a la meta con un diseño que encaje con ese brief inicial.
Carácter Moto Morini
El diseño de las motos de este fabricante de origen italiano está marcado por la sencillez y la clase, sin florituras ni excesos, reflejando en todo momento la calidad que siempre ha marcado y marca los modelos de la marca. Detrás de este estilo sobrio y directo, hay un enorme cuidado de cada detalle. Como señala Alessandro Fullin, Jefe de Diseño de Moto Morini, “damos importancia a todos los niveles del diseño. Desde el macro, trabajando las proporciones, hasta el micro, con atención al detalle”.
“Todos los modelos tienen una línea principal sobre la que se desarrollan”, explica Fullin. “Los modelos touring y sport, una línea diagonal (ascendente o descendente), mientras que los modelos clásicos se desarrollan sobre una línea horizontal”. Una curiosidad que no hace otra cosa que reflejar el mencionado cuidado de cada detalle, así como la constante presencia de la tradición y la historia de Moto Morini en todos y cada uno de los pasos que da la firma.